«Mi vida es un erial,
flor que toco se deshoja;
que en mi camino fatal
alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja.»
GAB
Mi recuerdo a mi amado poeta sevillano en el aniversario de su nacimiento.
«Sacudimiento extraño…»
Rima XLII
Sacudimiento extraño
que agita las ideas
como huracán que empuja
las olas en tropel;
murmullo que en el alma
se eleva y va creciendo
como volcán que sordo
anuncia que va a arder;
deformes siluetas
de seres imposibles,
paisajes que aparecen
como al través de un tul;
colores que fundiéndose
remedan en el aire
los átomos del iris
que nadan en la luz;
ideas sin palabras,
palabras sin sentido,
cadencias que no tienen
ni ritmo ni compás;
memorias y deseos
de cosas que no existen,
accesos de alegría,
impulsos de llorar;
actividad nerviosa
que no halla en qué emplearse,
sin riendas que le guíen
caballo volador;
locura que el espíritu
exalta y desfallece,
embriaguez divina
del genio creador;
Tal es la inspiración.
Gigante voz que el caos
ordena en el cerebro
y entre las sombras hace
la luz aparecer;
brillante rienda de oro
que poderosa enfrena
de la exaltada mente
el volador corcel;
hilo de luz que en haces
los pensamientos ata,
sol que las nubes rompe
y toca en el cenit;
inteligente mano
que en un collar de perlas
consigue las indóciles
palabras reunir;
armonioso ritmo
que con cadencia y número
las fugitivas notas
encierra en el compás;
cincel que el bloque muerde
la estatua modelando,
y la belleza plástica
añade a la ideal;
atmósfera en que giran
con orden las ideas,
cual átomos que agrupa
recóndita atracción;
raudal en cuyas ondas
su sed la fiebre apaga,
oasis que al espíritu
devuelve con vigor:
Tal es nuestra razón.
Con ambas siempre en lucha
y de ambas vencedor,
tan sólo el genio es dado
a un yugo atar las dos.
Gustavo Adolfo Becquer
De: El libro de los gorriones, Madrid, 1868
Recogido en: Gustavo Adolfo Bécquer – Obras Completas
Ed. Catedra 2004©
ISBN: 978-84-3762141-0
Gustavo Adolfo Bécquer, nació en Sevilla, a escasos metros de la Plaza de San Lorenzo, el 17 de Febrero de 1836.
Fue bautizado como no podía ser de otra forma en su Parroquia, la de San Lorenzo, Sede canónica del Gran Poder.
Su padre era un conocido pintor costumbrista que murió cuando él tenía sólo cinco años; a los nueve años quedó también huérfano de madre y fue acogido por su madrina de bautismo, hasta que a los 17 años, viajó a Madrid en busca de fortuna.
Vivir de la literatura nunca fue fácil, por lo que se vio obligado a servir de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su habilidad para el dibujo era admirada por sus compañeros, pero motivó que fuera cesado al ser sorprendido por el Director haciendo dibujos de escenas de Shakespeare.
De este modo volvió Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de poca demanda, por lo que alternó esta actividad con la elaboración de pinturas al fresco.
Poco tiempo después encontró una plaza en la redacción de «El Contemporáneo» y fue entonces que escribió la mayoría de sus leyendas y las «Cartas desde mi celda».
En 1862 llegó a vivir con su hermano Valeriano Bécquer, célebre en Sevilla por su producción pictórica, pero no por eso más afortunado que Gustavo; juntos vivieron al día, uno traduciendo novelas o escribiendo artículos y el otro dibujando y pintando por destajo. Mucho les costó a los hermanos salir adelante de su infortunio y con el tiempo lograron juntos una modesta estabilidad que les permitía a uno retratar por obsequio y al otro escribir una oda por entusiasmo.
En septiembre de 1870 murió Valeriano, siendo un duro golpe para Gustavo, que pronto enfermó, sin ningún síntoma preciso, a una pulmonía siguió una hepatitis que derivó a una pericarditis que pronto había terminar su vida, el 22 de diciembre de ese mismo año.
También de Gustavo Adolfo Bécquer en este blog:
«Gustavo Adolfo Bécquer: Antes que tú me moriré: escondido…»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: No digáis que agotado su tesoro»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Cuando miro el azul horizonte…»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Si al mecer las azules campanillas»: AQUÍ
Gustavo Adolfo Bécquer: Cerraron sus ojos…
«Gustavo Adolfo Bécquer: En la imponente nave…»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Cuando entre la sombra oscura…»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: De lo poco de vida que me resta…»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Rima LXVI ¿De donde vengo?»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Sacudimiento extraño…»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Cuántas veces, al pie de las musgosas paredes…»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: El Rayo de Luna»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Maese Pérez el Organista»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Como en un libro abierto…»:AQUÍ
«Gustavo A. Bécquer: El monte de las ánimas»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: La Venta de los Gatos»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Olas gigantes que os rompéis bramando»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer y sus Musas: El amor que pasa, Rima X»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: En la clave del arco ruinoso»: AQUÍ
«Gustavo Adolfo Bécquer: Rimas IV – VII XIV – LII – LXX y LXXVIII»: AQUÍ
«Sevilla: La glorieta de Bécquer en el Parque de María Luisa»: AQUÍ
«Sevilla: también llueve en la Glorieta de Bécquer»: AQUÍ
«Homenaje a Gustavo Adolfo Bécquer en el Parque de María Luisa: 14 de Febrero»: AQUÍ
Bibliografía
Rimas. Obra que recogieron sus amigos, tras el incendio de la casa donde estas obras poéticas se guardaban, como una especie de historia de amor en la que se ve como el poeta va pasando por el proceso creador, el amor esperanzado, el desengaño y el dolor o la muerte.
Historia de los templos de España, Madrid, 1857, publicada sólo el tomo I.
Cartas literarias a una mujer, 1860-1861, publicadas en El Contemporáneo.
Cartas desde mi celda, Madrid, 1864, son nueve, publicadas en El Contemporáneo, y reunidas posteriormente en la edición de Fortanet con el título Desde mi celda.
Libro de los gorriones, 1868, manuscrito.
Obras completas, Madrid, Fortanet, 1871, dos volúmenes.
Leyendas:
Artículo principal: Leyendas de Bécquer
El caudillo de las manos rojas, 1858.
La vuelta del combate, 1858.
La cruz del diablo, 1860.
La ajorca de oro, 1861.
El monte de las ánimas, 1861.
Los ojos verdes, 1861.
Maese Pérez, el organista, 1861.
Creed en Dios, 1862.
El rayo de luna, 1862.
El Miserere, 1862.
Tres fechas, 1862.
El Cristo de la calavera, 1862.
El gnomo, 1863.
La cueva de la mora, 1863.
La promesa, 1863.
La corza blanca, 1863.
El beso, 1863.
La Rosa de Pasión, 1864.
La creación, 1861.
¡Es raro!, 1861.
El aderezo de las esmeraldas, 1862.
La venta de los gatos, 1862.
Apólogo, 1863.
Un boceto del natural, 1864.
Un lance pesado,1864
Memorias de un pavo, 1865.
Las hojas secas,1865
Historia de una mariposa y una araña.
La mujer de piedra, inacabada.
Amores prohibidos.
El rey Alberto.
Teatro
La novia y el pantalón
La venta encantada
Las distracciones
La cruz del valle
Tal para cual
Artículos:
Crítica literaria
El maestro Herold
La soledad
El Carnaval
La Nena
Las perlas
La mujer a la moda
La pereza
La ridiculez
Caso de ablativo
El grillito cantor
Otras obras:
El Talismán, zarzuela con música de Joaquín Espín y Guillén y libreto de Bécquer, basado en la obra Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo. La obra no llegó a estrenarse, creyéndose perdida hasta su descubrimiento en 2014.
Los Borbones en pelotas, junto con su hermano Valeriano Domínguez Bécquer. Aunque algunos investigadores rechazan la autoría de los hermanos por la de Francisco Ortego.
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