Poesia

Octavio Paz: Viento entero

diciembre 17, 2017


«Con los ojos cerrados
te iluminas por dentro
eres la piedra ciega…»

OP

«Viento entero»

El presente es perpetuo
Los montes son de hueso y son de nieve
están aquí desde el principio
El viento acaba de nacer
sin edad
como la luz y como el polvo
Molino de sonidos
el bazar tornasolea
timbres motores radios
el trote pétreo de los asnos opacos
cantos y quejas enredados
entre las barbas de los comerciantes
alto fulgor a martillazos esculpido
En los claros de silencio
estallan
los gritos de los niños
Príncipes en harapos
a la orilla del río atormentado
rezan orinan meditan

El presente es perpetuo
Se abren las compuertas del año
el día salta
ágata
El pájaro caído
entre la calle Montalambert y la de Bac
es una muchacha
detenida
sobre un precipicio de miradas
Si el agua es fuego
llama
En el centro de la hora redonda
encandilada
potranca alazana
Un haz de chispas
una muchacha real
entre las casas y las gentes espectrales
Presencia chorro de evidencias
yo vi a través de mis actos irreales
la tomé de la mano
juntos atravesamos
los cuatro espacios los tres tiempos
pueblos errantes de reflejos
y volvimos al día del comienzo

El presente es perpetuo
21 de junio
hoy comienza el verano
Dos o tres pájaros
inventan un jardín
Tú lees y comes un durazno
sobre la colcha roja
desnuda
como el vino en el cántaro de vidrio
Un gran vuelo de cuervos
En Santo Domingo mueren nuestros hermanos
Si hubiera parque no estarían ustedes aquí
Nosotros nos roemos los codos
En los jardines de su alcázar de estío
Tipú Sultán plantó el árbol de los jacobinos
luego distribuyó pedazos de vidrio
entre los oficiales ingleses prisioneros
y ordenó que se cortasen el prepucio
y se lo comiesen
El siglo
se ha encendido en nuestras tierras
¿Con su lumbre
los manos abrasadas
los constructores de catedrales y pirámides
levantarán sus casas transparentes?

El presente es perpetuo
El sol se ha dormido entre tus pechos
La colcha roja es negra y palpita
Ni astro ni alhaja
fruta
tú te llamas dátil
Datia
castillo de sal si puedes
mancha escarlata
sobre la piedra empedernida
Galerías terrazas escaleras
desmanteladas salas nupciales
del escorpión
Ecos repeticiones
relojería erótica
deshora
Tú recorres
los patios taciturnos bajo la tarde impía
manto de agujas en tus hombros indemnes
Si el fuego es agua
eres una gota diáfana
la muchacha real
transparencia del mundo
El presente es perpetuo
Los montes
soles destazados
petrificada tempestad ocre
El viento rasga
ver duele
El cielo es otro abismo más alto
Garganta de Salang
la nube negra sobre la roca negra
El puño de la sangre golpea
puertas de piedra
Sólo el agua es humana
en estas soledades despeñadas
Sólo tus ojos de agua humana
Abajo
en el espacio hendido
el deseo te cubre con sus dos alas negras
Tus ojos se abren y se cierran
animales fosforescentes
Abajo
el desfiladero caliente
la ola que se dilata y se rompe
tus piernas abiertas
el salto blanco
la espuma de nuestros cuerpos abandonados

El presente es perpetuo
El morabito regaba la tumba del santo
sus barbas eran más blancas que las nubes
Frente al moral
al flanco del torrente
repetiste mi nombre
dispersión de sílabas
Un adolescente de ojos verdes
te regaló una granada
Al otro lado del Amu-Darya
humeaban las casitas rusas
El son de la flauta usbek
era otro río invisible y más puro
En el barcaza el batelero estrangulaba pollos
El país es una mano abierta
sus líneas
signos de un alfabeto roto
Osamentas de reses en el llano
Bactriana
estatua pulverizada
yo recogí del polvo unos cuantos nombres
Por esas sílabas caídas
granos de una granada cenicienta
juro ser tierra y viento
remolino
sobre tus huesos

El presente es perpetuo
La noche entra con todos sus árboles
noche de insectos eléctricos y fieras de seda
noche de yerbas que andan sobre los muertos
conjunción de aguas que vienen de lejos
murmullos
los universos se desgranan
un mundo cae
se enciende una semilla
cada palabra palpita
Oigo tu latir en la sombra
enigma en forma de reloj de arena
mujer dormida
Espacio espacios animados
Anima mundi
materia maternal
perpetua desterrada de sí misma
y caída perpetua en su entraña vacía
Anima mundi
madre de las razas errantes
de los soles y los hombres
Emigran los espacios
el presente es perpetuo
En el pico del mundo se acarician
Shiva y Parvati
Cada caricia dura un siglo
para el dios y para el hombre
un mismo tiempo
un mismo despeñarse
Lahor
río rojo barcas negras
entre dos tamarindos una niña descalza
y su mirar sin tiempo
Un latido idéntico
muerte y nacimiento
Entre el cielo y la tierra suspendidos
unos cuantos álamos
vibrar de luz más que vaivén de hojas
¿suben o bajan?

El presente es perpetuo
Llueve sobre mi infancia
llueve sobre el jardín de la fiebre
flores de sílex árboles de humo
En un hoja de higuera tú navegas
por mi frente
La lluvia no te moja
eres la llama de agua
la gota diáfana de fuego
derramada sobre mis párpados
Yo veo a través de mis actos irreales
el mismo día comienza
Gira el espacio
arranca sus raíces el mundo
No pesan más que el alba nuestros cuerpos
tendidos

Octavio Paz

De: «Hacia el comienzo» – 1963-1968
Recogido en «Octavio Paz – Obra poética – 1935-1998
Ed. Galaxia Gutemberg – Edición conmemorativa del centenario del nacimiento del poeta.
Primera Edición – 1996 (Poemas I) – 2003 (Poemas II)
Segunda Edición – 2004
Tercera Edición – 2014
ISBN: (de la Tercera Edición) 978-84-16072-10-1

*Reseña de Santos Domínguez Ramos de «Octavio Paz – Obra poética (1935-1998), en su blog Encuentros de Lecturas: AQUÍ

Octavio Paz Lozano nació en Ciudad de México, el 31 de marzo de 1914.
Poeta, escritor, ensayista, traductor, y diplomático, está considerado como uno de los más influyentes escritores del siglo XX, y uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos.
Aunque ninguna etiqueta en cuanto a su estilo le sobra, el mismo Paz reconoció que en su formación sus influencias fundamentales «fueron los surrealistas, con quienes hice amistad en el año 1946 o 1947, que en esa época estaban más cerca de los libertarios».
En la última etapa de su poesía de Paz hay bastante esoterismo, pero, al margen de esto, toda su poesía anterior destaca por su lirismo y por el sentido de transubstanciación que el autor da a las palabras.
Le fue concedido el Premio Nobel de Literatura en 1990.
Murió en Ciudad de México, el 19 de abril de 1998.

También de Octavio Paz en este blog:

«Octavio Paz: Otoño»: AQUÍ

«Octavio Paz: Antes del comienzo»: AQUÍ

«Octavio Paz: Regreso»: AQUÍ

«Octavio Paz: Raíz del hombre»: AQUÍ

«Octavio Paz: Movimiento»: AQUÍ

«Octavio Paz: Lección»: AQUÍ

«Octavio Paz: Interior»: AQUÍ

«Octavio Paz: Certeza»:AQUÍ

«Octavio Paz: Ida y vuelta»: AQUÍ

«Octavio Paz: Viento, agua, piedra»: AQUÍ

«Octavio Paz: Lámpara»: AQUÍ

«Octavio Paz: Disparo»: AQUÍ

«Octavio Paz: El desconocido»: AQUÍ

«Octavio Paz: Al alba busca su nombre lo naciente»: AQUÍ

«Octavio Paz: Agua y viento»: AQUÍ

«Octavio Paz: Luis Cernuda»: AQUÍ

«Octavio Paz: Lo idéntico»: AQUÍ

«Octavio Paz: Máscaras del alma»: AQUÍ

«Octavio Paz: Cuarto de hotel»: AQUÍ

«Octavio Paz: Piedra nativa»: AQUÍ

«Octavio Paz: Noche de verano»: AQUÍ

«Octavio Paz: Las palabras»: AQUÍ

«Octavio Paz: El pájaro»: AQUÍ

«Octavio Paz: Piedra de sol, de Libertad bajo palabra»: AQUÍ

«Octavio Paz: Decir, hacer»: AQUÍ

«Octavio Paz: Elegía interrumpida»: AQUÍ

«Octavio Paz: Contra la noche sin cuerpo…»: AQUÍ

«Octavio Paz: Acabar con todo»: AQUÍ

«Octavio Paz: Olvido»: AQUÍ 

«Octavio Paz: El desconocido»: AQUÍ

«Octavio Paz: Cuerpo a la vistaz»:  AQUÍ

«Octavio Paz: In memorian – Dos cuerpos»: AQUÍ

«Octavio Paz: La Poesía»: AQUÍ

«Octavio Paz: Ciudad de México, nace el 31 de Marzo de 1914 – Epitafio para un poeta»: AQUÍ 

«Octavio Paz: La calle»: AQUÍ

Bibliografía poética:

1933 – Luna silvestre
1938-1946 – Puerta condenada
1937 – La rama
1942 – A la orilla del mundo, recopilación
1956 – La hija de Rapacini
1935-1957 – Libertad bajo palabra
1958-1961 – Días hábiles
1960 – Homenaje y profanaciones
1962 – Salamandra
1966 – Blanco, escrito en tres columnas y permite diferentes lecturas
1969 – La centena, selección de su poesía escrita entre 1935 y 1968
1969 – Ladera este
1972 – Le singe grammairien (Traducción francesa de Claude Esteban publicada por el editor Albert Skira en Ginebra (Suiza). La versión en castellano, El mono gramático, apareció en 1974.
1975 – Pasado en claro
1976 – Vuelta
1979 – Poemas (1935-1975)
1988 – Árbol adentro
1989 – El fuego de cada día, selección de su poesía escrita a partir de 1969.

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