Poesia

Eugenio Montale: Encuentro

octubre 12, 2020


«… nada paga el llanto de ese niño
cuyo globo se escapa entre las casas.»
EM

Mi recuerdo al Premio Nobel italiano en el aniversario de su nacimiento.

«Encuentro»

No me abandones tú, tristeza mía,
sobre el camino
que azota el viento extraño
con su cálido soplo, y cede; cara
tristeza al viento que se extingue: y empujada
por éste hacia la rada,
donde la última voz exhala el día,
viaja una niebla, alta se pliega un ala
de cormorán.

El tajo al lado del torrente, estéril
de aguas, vivo de piedras y argamasas;
tajo de humanos actos consumidos,
de mortecinas vidas declinando
más allá del confín
que en círculo se cierra: rostros secos,
manos, caballos en hilera, ruedas
chirriantes: vidas no: vegetaciones
del otro mar que la oleada vence.

Se avanza en el camino de cuajado
Iodo sin rastro
como una procesión de encapuchados
bajo la rota bóveda, caída
casi hasta reflejar escaparates,
en un aire que envuelve nuestros pasos
denso e iguala los sargazos
humanos fluctuando en las cortinas
de bambú murmurante.

Si me abandonas tú, tristeza, único
presagio vivo en este nimbo, siento
que alrededor de mí se extiende
un rumor como de esferas cuando
una hora está próxima a sonar;
y caigo inerte en la apagada espera
del que no teme ya
en esta orilla sorprendida por la ola
lenta, que no aparece.

Tal vez vuelva a tener una apariencia:
en la rasante luz
un movimiento me conduce junto
a una mísera rama que en un tiesto
crece sobre una puerta de hostería.
A ella tiendo la mano, hacerse mía
siento otra vida, huella de una forma
que me fue arrebatada; y como anillos
en los dedos no hojas se me enroscan
sino cabellos.

Y nada más después. ¡Oh sumergida!:
desapareces como habías venido
y nada sé de ti.
Tu vida es tuya aún: entre las raras
vibraciones del día ya esparcida.
Ruega por mí,
para que yo descienda otro camino
distinto de una calle de ciudad,
en el aire perdido, ante el tropel
de los vivos; que te sienta a mi lado, que
descienda sin ruindad.

Eugenio Montale

De: Huesos de sepia, 1925
Traducción de José Ángel Valente

Poema original en italiano:

«Incontro»

Tu non m’abbandonare mia tristezza
sulla strada
che urta il vento forano
co’ suoi vortici caldi, e spare; cara
tristezza al soffio che si estenua: e a questo,
sospinta sulla rada
dove l’ultime voci il giorno esala
viaggia una nebbia, alta si flette un’ala
di cormorano.

La foce è allato del torrente, sterile
d’acque, vivo di pietre e di calcine;
ma più foce di umani atti consunti,
d’impallidite vite tramontanti
oltre il confine
che a cerchio ci rinchiude: visi emunti,
mani scarne, cavalli in fila, ruote
stridule: vite no: vegetazioni
dell’altro mare che sovrasta il flutto.

Si va sulla carraia di rappresa
mota senza uno scarto,
simili ad incappati di corteo,
sotto la volta infranta ch’è discesa
quasi a specchio delle vetrine,
in un’aura che avvolge i nostri passi
fitta e uguaglia i sargassi
umani fluttuanti alle cortine
dei bambù mormoranti.

Se mi lasci anche tu, tristezza, solo
presagio vivo in questo nembo, sembra
che attorno mi si effonda
un ronzio qual di sfere quando un’ora
sta per scoccare;
e cado inerte nell’attesa spenta
di chi non sa temere
su questa proda che ha sorpresa l’onda
lenta, che non appare.

Forse riavrò un aspetto: nella luce
radente un moto mi conduce accanto
a una misera fronda che in un vaso
s’alleva s’una porta di osteria.
A lei tendo la mano, e farsi mia
un’altra vita sento, ingombro d’una
forma che mi fu tolta; e quasi anelli
alle dita non foglie mi si attorcono
ma capelli.

Poi più nulla. Oh sommersa!: tu dispari
qual sei venuta, e nulla so di te.
La tua vita è ancor tua: tra i guizzi rari
dal giorno sparsa già. Prega per me
allora ch’io discenda altro cammino
che una via di città,
nell’aria persa, innanzi al brulichio
dei vivi; ch’io ti senta accanto; ch’io
scenda senza viltà.

Eugenio Montale

Da: Ossi di Seppia, 1925

Eugenio Montale nació en Génova, Italia, el 12 de octubre de 1896.
Fue poeta, ensayista y crítico de música.
Encuadrado en el hermetismo, la poesía de Montale se caracteriza por su austeridad, casi siempre breve, y de sinuosa sintaxis.
Fue galardonado con el Premio Nobel del Literatura en 1975.
Murió en Milán, el 12 de septiembre de 1981.

También de Eugenio Montale en este blog:

«Eugenio Montale: Los limones»: AQUÍ

«Eugenio Montale: Delta»: AQUÍ

«Eugenio Montale: La forma del mundo»: AQUÍ

«Eugenio Montale: El lago de Annecy»: AQUÍ

«Eugenio Montale: El Arno en Rovezzano»: AQUÍ

«Eugenio Montale: La casa de los aduaneros»: AQUÍ

«Eugenio Montale: Sestear pálido y absorto…»: AQUÍ

«Eugenio Montale: El olor de la herejía»: AQUÍ

«Eugenio Montale: Día y noche»: AQUÍ

Bibliografía:

Ossi di seppia (Huesos de sepia) – 1925
Le occasioni (Las ocasiones) – 1939
Finisterre – 1943
Quaderno di traduzioni – 1948
La bufera e altro (El vendaval y otras cosas) – 1956
Farfalla di Dinard (Mariposa de Dinard) 1956
Xenia – 1966
Auto da fè – 1966
Fuori di casa (Fuera de casa) – 1969
Satura – 1971
Diario del ’71 y del ’72 – 1973
Sulla poesia (Sobre la poesía) – 1976
Quaderno di quattro anni (Cuaderno de cuatro años) – 1977
Altri versi – 1980
Diario póstumo – 1996
*La fotografía es de Evgeniy Sh

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No Comments

  • Reply Bitacoras.com septiembre 11, 2012 at 11:51 pm

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: “…nada paga el llanto de ese niño cuyo globo se escapa entre las casas.” EM “Encuentro” No me abandones tú, tristeza mía, sobre el camino que azota el viento extraño con su cálido soplo, y cede; cara tristeza a……

  • Reply Eugenio Montale: Sestear pálido y absorto… | Trianarts diciembre 17, 2012 at 3:04 am

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  • Reply Eugenio Montale: El olor de la herejía | Trianarts julio 18, 2013 at 8:04 pm

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