[..] De toda la memoria, sólo vale
el don preclaro de evocar los sueños…
AM
«Desde el umbral de un sueño…»
Desde el umbral de un sueño me llamaron…
Era la buena voz, la voz querida.
─Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?….
Llegó a mi corazón una caricia.
─Contigo siempre….Y avancé en mi sueño
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
Antonio Machado
De: Soledades
Recogido en: Antonio Machado – Poesía completa
Edición de Víctor Fernández (Nueva edición de la poesía completa de Antonio Machado, con numerosos inéditos y variantes)
Ed. Debolsillo, 2023©
ISBN: 9788466360395
Antonio Machado Ruiz nació en Sevilla, el 26 de julio de 1875.
Fue el poeta más joven de la Generación del 98′.
Su poesía de raíces modernistas, giró hacia un simbolismo intimista, con tintes románticos, que en su etapa más madura practicó una poesía de un fuerte compromiso social, a la vez que bebía de la sabiduría popular ancestral. Gerardo Diego diría del maestro que hablaba en verso y vivía en poesía.
Fue alumno del Institución Libre de Enseñanza, estando siempre comprometido con sus idearios.
En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española, aunque nunca llegó a tomar posesión de su sillón.
El 22 de enero de 1939, ante la inminente ocupación de la ciudad por las tropas golpistas contra la II República Española, partió en un vehículo de la Dirección de Sanidad, que había conseguido el doctor José Puche Álvarez, salió de Barcelona junto a parte de su familia y unos pocos amigos, entre los que se encontraban: el filósofo Joaquín Xirau, el filólogo Tomás Navarro Tomás, el humanista catalán Carles Riba, el novelista Corpus Barga, además de una larga caravana con cientos de miles de españoles huyendo de su patria.
El día 28 de enero, llegaron a Collioure, hospedándose en el Hotel Bougnol-Quintana. Allí quedaron a la espera de una ayuda que no llegó a tiempo.
Murió a las tres y media de la tarde del día 22 de febrero de 1939; un mes y tres días más tarde moría su madre, que de esta forma cumplió una promesa hecha en voz alta en Rocafort: Estoy dispuesta a vivir tanto como mi hijo Antonio.
El 5 de mayo de 1941, fue expulsado post mórtem del Cuerpo de Catedráticos de Instituto. Habría que esperar hasta 1981 para ser rehabilitado como profesor del instituto Cervantes de Madrid.
Tengo un gran amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me encanta y me indigna al mismo tiempo. Mi vida está hecha más de resignación que de rebeldía; pero de cuando en cuando siento impulsos batalladores que coinciden con optimismos momentáneos de los cuales me arrepiento y sonrojo a poco indefectiblemente. Soy más autoinspectivo que observador y comprendo la injusticia de señalar en el vecino lo que noto en mí mismo. Mi pensamiento está generalmente ocupado por lo que llama Kant conflictos de las ideas trascendentales y busco en la poesía un alivio a esta ingrata faena. En el fondo soy creyente en una realidad espiritual opuesta al mundo sensible.
Antonio Machado – Autobiografía
También de Antonio Machado en este bog:
«Antonio Machado: Horizonte»: AQUÍ
«Antonio Machado: La primavera»: AQUÍ
«Antonio Machado: Caminos»: AQUÍ
«Antonio Machado: Desnuda está la tierra»: AQUÍ
«Antonio Machado: En una visita a Sevilla»: AQUÍ
«Antonio Machado: Al borrarse la nieve, se alejaron…»: AQUÍ
«Antonio Machado: El Crimen fue en Granada»: AQUÍ
«Mi recuerdo a Antonio Machado: El dios íbero»: AQUÍ
«Antonio Machado: Del mañana efímero»: AQUÍ
«Antonio Machado: España en paz»: AQUÍ
«Antonio Machado: A una España joven»: AQUÍ
«Antonio Machado: A orillas del Duero»: AQUÍ
«Antonio Machado: El hospicio»: AQUÍ
«Antonio Machado: Por tierras de España»: AQUÍ
«Antonio Machado: El viajero»: AQUÍ
«Antonio Machado: Crece en la plaza en sombra»: AQUÍ
«Antonio Machado: Sobre la tierra amarga»: AQUÍ
«Antonio Machado: España en paz»: AQUÍ
«Antonio Machado: Hay dos modos de conciencia»: AQUÍ
«Antonio Machado: Desnuda está la tierra»: AQUÍ
«Antonio Machado: La muerte del niño herido»: AQUÍ
«Antonio Machado: Ya va subiendo la luna»: AQUÍ
«Antonio Machado: Amanecer de otoño»: AQUÍ
«Antonio Machado: Cuando se fue el maestro»: AQUÍ
«Antonio Machado: Me dijo una tarde»: AQUÍ
«Antonio Machado: Retrato»: AQUÍ
«Antonio Machado: He andado muchos caminos»: AQUÍ
«Antonio Machado: La tierra de Alvargonzález»: AQUÍ
«Antonio Machado: Del mañana efímero»: AQUÍ
«Antonio Machado: Llanto de las virtudes y coplas por la muerte de Don Guido»: AQUÍ
«Antonio Machado: Hace 73 años murió en Collioure – Cante hondo»: AQUÍ
«Antonio Machado: Caminos» AQUÍ
«Antonio Machado: La Casa»: AQUÍ
«Antonio Machado – Guitarra del mesón»: AQUÍ
«Antonio Machado: La Primavera Besaba»: AQUÍ
«Día Mundial de la Poesía: Mis Poetas»: AQUÍ
«Antonio Machado, Murió en Collioure – A un olmo seco»: AQUÍ
«Antonio Machado: La tierra de Alvargonzález»: AQUÍ
«Soria, entre San Polo y San Saturio, caminando con Don Antonio Machado: AQUÍ
«Antonio Machado: La pedagogía según Juan de Mairena»: AQUÍ
«Poema de la guerra: Picasso y Machado»: AQUÍ
Bibliografía:
Poesía
1903.- «Soledades: poesías»
1907.- «Soledades, galerías, otros poemas»
1912.- «Campos de Castilla»
1917.- «Páginas escogidas»
1917.- «Poesías completas»
1917.- «Poemas»
1918.- «Soledades y otras poesías»
1919.- «Soledades, galerías y otros poemas»
1924.- «Nuevas canciones»
1928.- «Poesías completas (1899-1925)»
1933.- «Poesías completas (1899-1930)»
1933.- «La tierra de Alvargonzález»
1933.- «Poesías completas»
1936.- «Juan de Mairena (sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo)»
1937.- «Poemas delLa guerra (1936-1937)»
1937.- «Madrid: baluarte de nuestra guerra de independencia»
1938.- «La tierra de Alvargonzález y Canciones del Alto Duero»
Teatro:
1926.- «Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel»
1927.- «Juan de Maraña»
1928.- «Las adelfas»
1929.- «La Lola se va a los puertos»
1931.- «La prima Fernanda»
No Comments
Párabolas
I
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía…
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!
II
A D. Vicente Ciurana.
Sobre la limpia arena, en el tartesio llano
por donde acaba España y sigue el mar,
hay dos hombres que apoyan la cabeza en la mano;
uno duerme, y el otro parece meditar.
El uno, en la mañana de tibia primavera,
junto a la mar tranquila,
ha puesto entre sus ojos y el mar que reverbera,
los párpados, que borran el mar en la pupila.
Y se ha dormido, y sueña con el pastor Proteo,
que sabe los rebaños del marino guardar;
y sueña que le llaman las hijas de Nereo,
y ha oído a los caballos de Poseidón hablar.
El otro mira al agua. Su pensamiento flota:
hijo del mar, navega ?o se pone a volar?
Su pensamiento tiene un vuelo de gaviota,
que ha visto un pez de plata en el agua saltar.
Y piensa: «Es esta vida una ilusión marina
de un pescador que un día ya no puede pescar.»
El soñador ha visto que el mar se le ilumina,
y sueña que es la muerte una ilusión del mar.
III
Érase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar,
y se metió a jardinero.
Estaba el jardín en flor,
y el jardinero se fue
por esos mares de Dios.
IV
CONSEJOS
Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
?así en la costa un barco? sin que al partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.
V
PROFESIÓN DE FE
Dios no es el mar, está en el mar, riela
como luna en el agua, o aparece
como una blanca vela;
en el mar se despierta o se adormece.
Creó la mar, y nace
de la mar cual la nube y la tormenta;
es el Criador y la criatura lo hace;
su aliento es alma, y por el alma alienta.
Yo he de hacerte, mi Dios, cual tú me hiciste,
y para darte el alma que me diste
en mí te he de crear. Que el puro río
de caridad que fluye eternamente,
fluya en mi corazón. ¡Seca, Dios mío,
de una fe sin amor la turbia fuente!
VI
El Dios que todos llevamos,
el Dios que todos hacemos,
el Dios que todos buscamos
y que nunca encontraremos.
Tres dioses o tres personas
del solo Dios verdadero.
VII
Dice la razón: Busquemos
la verdad.
Y el corazón: Vanidad.
La verdad ya la tenemos.
La razón: ¡Ay, quién alcanza
la verdad!
El corazón: Vanidad.
La verdad es la esperanza.
Dice la razón: Tú mientes.
Y contesta el corazón:
Quien miente eres tú, razón.
que dices lo que no sientes.
La razón: Jamás podremos
entendernos, corazón.
El corazón: Lo veremos.
VIII
Cabeza meditadora,
¡qué lejos se oye el zumbido
de la abeja libadora!
Echaste un velo de sombra
sobre el bello mundo y vas
creyendo ver, porque mides
la sombra con un compás.
Mientras la abeja fabrica,
melifica,
con jugo de campo y sol,
yo voy echando verdades
que nada son, vanidades
al fondo de mi crisol.
De la mar al percepto,
del percepto al concepto,
del concepto a la idea
?¡oh, la linda tarea!?,
de la idea a la mar,
¡Y otra vez a empezar!
Antonio Machado
[…] rincón tan pequeño cada día un poema: y quiero empezar con “mi poeta”, él junto a Antonio Machado, me enseñaron a amarla tempranamente, y lo hago con un poema que quizá refleja mi estado de […]
[…] “Antonio Machado: Desde el umbral de un sueño…”: AQUÍ […]