Giovanni Bellini, Il Giambellino: El Quattrocento italiano

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Giambellino

Giovanni Bellini, Giambellino nació en Venecia en 1433.
Vivió toda su vida en Venecia, solo hay constancia de un traslado fuera de la ciudad para trabajar en Las Marcas, por lo que aunque no está documentado es muy probable que naciera en Venecia.


Fue quizá el más famoso de una familia de pintores del Renacimiento en Venecia, junto a Jacopo, su padre, su hermano Gentile y el marido de su hermana, Andrea Mantegna. 

Fue así mismo el primer gran maestro de la pintura veneciana que contribuyó a la evolución de la técnica pictórica incorporando gradualmente el óleo en sus pinturas con el consiguiente abandono del temple.

Se formó en Venecia en el taller de su padre, junto con su hermano Gentile, estando documentado, ayudando a su progenitor en la década de 1460.
Revolucionó la pintura veneciana, haciendo posible que avanzara hacía un estilo más colorista y más sensual.

Su primer trabajo importante ya de forma independiente, en su propio taller, fue el Políptico de San Vicente Ferrer para la iglesia de San Juan y San Pablo.

Hacía 1460 inició su serie de «Vírgenes con Niño», que sería su temática recurrente en toda su carrera, casi todas destinadas a devociones privadas. En estas podemos observar influencias bizantinas y flamencas, que fueron posibles por la gran actividad mercantil de Venecia, a cuya ciudad llegaban pintores y obras de la pintura viva de la época.

Realizó así mismo una importante serie de trípticos y retablos, amén de varios retratos.
En la década de 1470 realizó numerosas obras de culto público y privado. En 1479 le fue encargado una serie de pinturas históricas para decorar el Palazzo Ducale, que desaparecieron en el incendio de 1577.

Fue miembro de diversas cofradías, como la Scuola Grande di San Marco y la de San Cristoforo dei Mercanti.
Practicó sobre todo la pintura religiosa, también el retrato y algunas escenas mitológicas, ya en su etapa más madura.

De sus primeros trabajos realizados en la década 1460, destacan: «La Piedad», que alberga la Pinacoteca de Brera de Milán y «La Oración en el Huerto», actualmente en la National Gallery de Londres, donde se aprecia la influencia de su cuñado Andrea Mantegna, sus figuras en esta época, son huesudas, con amplios paisajes y figuras muy detalladas no exentas de cierta rudeza que va dulcificando en su evolución.

De su etapa de plenitud, entre 1470 y 1500, son notables en el Museo Civico de Pesaro el «Retablo de San Giobbe», en la Galleria de la Accademia de Venecia: «La Madonna degli Alberetti»; el «Tríptico dei Frari» en la iglesia veneciana de Santa Maria dei Frari y el «Retrato del dux Leonardo Loredan» en la National Gallery de Londres.

Sus últimos trabajos realizados, ya en el siglo XVI, hasta la fecha de su muerte, podemos citar: el «Retablo de san Zacarías», en la iglesia del mismo nombre en Venecia, y «El festín de los dioses», hoy en la National Gallery de Washington.

Introdujo novedosos detalles iconográficos en la pintura veneciana, y otros que afectaron a la forma de representar temas tradicionales.

Su técnica consistía en aplicar el óleo claro y con secado lento, creando de esta forma tintes más intensos de la tela y más detalle en las sombras.
Su forma de pintar, basada en el color y la luz, fue asimilada y difundida por la siguiente generación de artistas,

Sus paisajes en los que conseguía grandes efectos, influyeron notablemente en la escuela veneciana, es patente esto sobre todo en dos de sus discípulos: Tiziano y Giorgione.

A pesar de su enorme importancia y de que tuvo un gran éxito en vida, se conocen pocos datos de la vida de Giambellino, ni siquiera el año exacto de su nacimiento, aunque se dice que murió en 1516 con noventa años.
Su primer desnudo, «Mujer joven en su tocador», lo pintó con 85 años.

A finales del siglo XV, su obra había evolucionado mucho, proporcionando grandes innovaciones en la pintura veneciana del Renacimiento más maduro.

Giambellino fue sin duda, figura clave en el desarrollo del Renacimiento en Italia, sin duda su aportación más importante, su experimentación con el uso del color y la atmósfera en la pintura al óleo.

Murió en Venecia, en 1516.
En España podemos ver una de sus obras, «La Virgen y el Niño entre dos santas», réplica de «La sacra conversación», en el Museo del Prado, y » Asunto Místico», de 1505 en el Museo Thyssen Bornemisza, en Madrid.

*Esta entrada fue publicada en este blog el 12 de junio de 2010. Ha sido actualizada y ampliada con más de cien nuevas obras, el 11 de julio de 2023.