Mujeres Pintoras: Angelica Kauffmann

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Angélica Kauffmann

Maria Anna Angélica Katharina Kauffmann nació en Chur, Cantón de los Grisones, Suiza, el 30 de octubre de 1741.
Se crió en Schwarzenberg en Vorarlberg, Austria.

Era hija de un pintor pobre, mediocre, de escasa fama, aunque al parecer fue muy bueno como maestro de su hija, que desde muy pequeña mostró aptitudes para el dibujo y la pintura.

Muy inteligente, Angélica aprendió varios idiomas, leía todos los libros que se ponían a su alcance y tenía así mismo un enorme talento para la música.

Sin embargo destacaba sobre todo en la pintura, con doce años, ya se había hecho famosa, tanto así que nobles y obispos posaron para ella.

En 1745 viajó con su padre a Milán, y en años posteriores volverían a Italia.
En 1763 lo hizo a Roma, a Bolonia y Venecia, teniendo un enorme éxito en todas estas ciudades, no sólo con su pintura, también cautivaba a todos con su encanto personal.

Durante su estancia en Venecia, la esposa del embajador inglés le pidió la acompañara a Londres.

Una de sus primeras obras que realizó en el Reino Unido fue un retrato de David Garrick, que se expondría el mismo año de su llegada en el Gran Salón de Mister Moreing en Maiden Lane.

Así mismo fue recibida en las altas esferas de la sociedad londinense, incluida la familia real.
Su mejor y más fiel amigo en Inglaterra fue Sir Joshua Reynolds. Él la pintó y Angélica le pintó a él a su vez.

Otra prueba de esta íntima amistad con el maestro del retrato británico, está en la variación de la obra de El Guercino: «Et in Arcadia ego», tema que Reynolds repitió unos años más tarde en su retrato de la Señora Bouverie y de la Señora Crewe.

Fue, también gracias a su amistad con Reynolds, una de las fundadoras de la Royal Academy, habiendo sido uno de los firmantes de la petición al rey para que autorizara dicha Academia.

De 1769 a 1782, expuso en la muestra anual de la Academia, con varios cuadros, en alguna llegó a colgar hasta siete, por lo general de temas clásicos, como «Ariadna abandonada por Teseo», o alegorías como «Leonardo expirando en los brazos de Francisco I».

En 1773 le fue encargada, junto a otros, la decoración de la Catedral de San Pablo.
Junto a Biagio Rebecca, decoraron la Sala de lectura de la Academia en Somerset House.
Sin duda sus mejores obras son los de temas históricos, el más lucrativo en esos años, dentro de la pintura academicista, del siglo XVIII.

Decepcionada aún a pesar de su éxito por la abulia con que los ingleses acogían la pintura histórica, abandonó Londres, volviendo al continente donde éstas tenían mejor acogida y estaban mejor pagadas.

Se casó en segundas nupcias con el artista veneciano Antonio Zucchi en 1781, y poco después se trasladó a Roma, donde hizo amistad con Johann Wolfgang von Goethe, viviendo 25 años, trabajando mucho, gracias a su antiguo prestigio.

Aún continuó participando de forma intermitente en las Muestras de la Academia, exponiendo por última vez en 1797.
Murió en Roma, el 5 de noviembre de 1807.

Toda la Accademia di San Luca, con numerosos eclesiásticos y virtuosos, la siguieron hasta su tumba en San Andrea delle Fratte, y como en el entierro de Rafael Sanzio, dos de sus mejores pinturas fueron llevadas en procesión.

Varios cuadros suyos se pueden ver París, Dresde, en el Hermitage en San Petersburgo, en la Alte Pinakothek de Múnich y en la Galería de los Uffizzi de Florencia.

En España podemos ver » Retrato de una mujer como una vestal» en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid y un retrato en el Museo del Prado.

*NOTA: No debe ser confundida con la pintora Angelika Kaufmann, que nació en 1935 en Carintia, Austria.

** Entrada publicada en este blog el 4 de septiembre de 2012. Ha sido actualizada y ampliada el 30 de octubre de 2022.