Poesia

Paul Verlaine: Las conchas

diciembre 22, 2014


«…La naturaleza del mundo se aísla
Para castigar como es preciso
La orgullosa melancolía
Que te hace marchar con la frente alta…»

PV

«Las conchas»

Cada concha incrustada
En la gruta donde nos amamos,
Tiene su particularidad.

Una tiene la púrpura de nuestras almas,
Hurtada a la sangre de nuestros corazones,
Cuando yo ardo y tú te inflamas;

Esa otra simula tus languideces
Y tu palidez cuando, cansada,
Me reprochas mis ojos burlones;

Esa de ahí imita la gracia
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa;

Pero una, entre todas, es la que me turba.

Paul Verlaine

Poema original en francés:

«Les coquillages»

Chaque coquillage incrusté
Dans la grotte où nous nous aimâmes
A sa particularité.

L’un a la pourpre de nos âmes
Dérobée au sang de nos coeurs
Quand je brûle et que tu t’enflammes ;

Cet autre affecte tes langueurs
Et tes pâleurs alors que, lasse,
Tu m’en veux de mes yeux moqueurs ;

Celui-ci contrefait la grâce
De ton oreille, et celui-là
Ta nuque rose, courte et grasse ;

Mais un, entre autres, me troubla.

Paul Verlaine

Paul Marie Verlaine nació en Metz, Francia,el 30 de marzo de 1844.
Poeta perteneciente y uno de los máximos exponentes del movimiento simbolista en Francia.
llevó una azarosa vida, llena de excesos y escándalos. Mantuvo una tumultuosa y escandalosa relación amorosa con Arthur Rimbaud, al que llegó a dispararle un tiro, por lo que fue condenado a doce años de prisión. En la cárcel se convirtió al catolicismo.
Desde 1887, en la misma medida que crecía su fama, caíae en la más negra de las miserias, pasando la mayor parte del tiempo entre el café y el hospital.
En sus últimos años, 1894, fue elegido “Príncipe de los Poetas” y le fue concedida una pensión del estado.
Prematuramente envejecido, murió en París, cuando contaba con sólo 51 años de edad, el 8 de enero de 1896.
Al día siguiente de su entierro, varias personas que presenciaban el cortejo cuentan un hecho curioso: la estatua de la Poesía, ubicada en la plaza de la Ópera, perdió un brazo, que se rompió junto con la lira que sujetaba, en el momento en que el coche fúnebre de Verlaine pasaba por allí.

También de Paul Verlaine en este blog:

«Paul Verlaine: Canción de otoño»: AQUÍ

«Paul Verlaine: Coloquio sentimental»: AQUÍ

«Paul Verlaine: Mille et tre»: AQUÍ

«Paul Verlaine: Tú crees en el ron del café…»: AQUÍ

«Paul Verlaine: Ya que el alba crece…»: AQUÍ

«Paul Verlaine: Mi sueño»: AQUÍ

«Paul Verlaine: Pradera»: AQUÍ

«Paul Verlaine: El Principe de los Poetas – Soñé contigo esta noche…»: AQUÍ

Bibliografía poética:

Poemas saturnianos (1866)
Los amigos (1867)
Fiestas galantes (1869)
La Buena canción (1870)
Romanzas sin palabras (1874)
Sabiduría (1880)
Antaño y hogaño (1884)
Primavera (1886)
Amor (1888)
À Louis II de Bavière (1888)
Paralelamente (1889)
Dedicatorias (1890)
Mujeres (1890)
Hombres (1891)
Sensatez (1891)
Canción para ellas (1891)
Liturgias íntimas (1892)
Elegías (1893)
Odas en su honor (1893)
En los limbos (1894)
Epigramas (1894)
Ca (1896)
Invectivas (1896)
Biblio-sonetos (1913)
Obras olvidadas (1926–1929).

*El retrato de Paul Verlaine es de Eugene Carrière

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No Comments

  • Reply Paul Verlaine: Canción de otoño - Trianarts septiembre 23, 2015 at 11:46 pm

    […] “Paul Verlaine: Las conchas”: AQUÍ […]

  • Reply Mi recuerdo a Paul Verlaine: Serenata - Trianarts enero 8, 2016 at 12:14 am

    […] “Paul Verlaine: Las conchas”: AQUÍ […]

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