Poesia

Gustavo Adolfo Bécquer: Porque son niña tus ojos…

febrero 17, 2025


Serpiente del amor, risa traidora,
verdugo del ensueño y de la luz,
perfumado puñal, beso enconado…
¡eso eres tú!

GAB

Un día como hoy, de 1836 nacía uno de mis poetas más amados, siempre en mi vida. En su recuerdo.

«Porque son niña tus ojos…»

Rima XII

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas:
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva
y verdes son las pupilas
de las hurís del Profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera.
Entre sus siete colores
brillante el iris lo ostenta.
Las esmeraldas son verdes,
verde el color del que espera,
y las ondas del océano
y el laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.
Que parecen tus pupilas,
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.

Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta.
que en el estío convida
a apagar la sed en ella.
Y, sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.
Que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente, que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo ceras.
Que, entre las rubias pestañas,
junto a las sienes, semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas;
quizás si negros o azules
se tornasen lo sintieras

Gustavo Adolfo Bécquer

De: El libro de los gorriones, Madrid, 1868
Recogido en: Gustavo Adolfo Bécquer – Obras Completas
Ed. Catedra 2004©
ISBN: 978-84-3762141-0

Gustavo Adolfo Bécquer, nació en Sevilla, a escasos metros de la Plaza de San Lorenzo, el 17 de Febrero de 1836.
Fue bautizado como no podía ser de otra forma en su Parroquia, la de San Lorenzo, Sede Canónica del Gran Poder.
Su padre era un conocido pintor costumbrista que murió cuando él tenía sólo cinco años; a los nueve años quedó también huérfano de madre y fue acogido por su madrina de bautismo, hasta que a los 17 años, viajó a Madrid en busca de fortuna.
Vivir de la literatura nunca fue fácil, por lo que se vio obligado a servir de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su habilidad para el dibujo era admirada por sus compañeros, pero motivó que fuera cesado al ser sorprendido por el Director haciendo dibujos de escenas de Shakespeare.
De este modo volvió Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de poca demanda, por lo que alternó esta actividad con la elaboración de pinturas al fresco.
Poco tiempo después encontró una plaza en la redacción de El Contemporáneo, y fue entonces que escribió la mayoría de sus leyendas y las Cartas desde mi celda.
En 1862 llegó a vivir con su hermano Valeriano Bécquer, célebre en Sevilla por su producción pictórica, pero no por eso más afortunado que Gustavo; juntos vivieron al día, uno traduciendo novelas o escribiendo artículos y el otro dibujando y pintando por destajo. Mucho les costó a los hermanos salir adelante de su infortunio y con el tiempo lograron juntos una modesta estabilidad que les permitía a uno retratar por obsequio y al otro escribir una oda por entusiasmo.
En septiembre de 1870 murió Valeriano, siendo un duro golpe para Gustavo, que pronto enfermó, sin ningún síntoma preciso,  derivó en una pulmonía,  siguió una hepatitis que le ocasionó una pericarditis que pronto había terminar su vida, el 22 de diciembre de ese mismo año.

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«Homenaje a Gustavo Adolfo Bécquer en el Parque de María Luisa: 14 de Febrero»: AQUÍ

Bibliografía

Rimas. Obra que recogieron sus amigos, tras el incendio de la casa donde estas obras poéticas se guardaban, como una especie de historia de amor en la que se ve como el poeta va pasando por el proceso creador, el amor esperanzado, el desengaño y el dolor o la muerte.
Historia de los templos de España, Madrid, 1857, publicada sólo el tomo I.
Cartas literarias a una mujer, 1860-1861, publicadas en El Contemporáneo.
Cartas desde mi celda, Madrid, 1864, son nueve, publicadas en El Contemporáneo, y reunidas posteriormente en la edición de Fortanet con el título Desde mi celda.
Libro de los gorriones, 1868, manuscrito.
Obras completas, Madrid, Fortanet, 1871, dos volúmenes.

Leyendas:

El caudillo de las manos rojas, 1858.
La vuelta del combate, 1858.
La cruz del diablo, 1860.
La ajorca de oro, 1861.
El monte de las ánimas, 1861.
Los ojos verdes, 1861.
Maese Pérez, el organista, 1861.
Creed en Dios, 1862.
El rayo de luna, 1862.
El Miserere, 1862.
Tres fechas, 1862.
El Cristo de la calavera, 1862.
El gnomo, 1863.
La cueva de la mora, 1863.
La promesa, 1863.
La corza blanca, 1863.
El beso, 1863.
La Rosa de Pasión, 1864.
La creación, 1861.
¡Es raro!, 1861.
El aderezo de las esmeraldas, 1862.
La venta de los gatos, 1862.
Apólogo, 1863.
Un boceto del natural, 1864.
Un lance pesado,1864
Memorias de un pavo, 1865.
Las hojas secas,1865
Historia de una mariposa y una araña.
La mujer de piedra, inacabada.
Amores prohibidos.
El rey Alberto.
Teatro
La novia y el pantalón
La venta encantada
Las distracciones
La cruz del valle
Tal para cual

Artículos:

Crítica literaria
El maestro Herold
La soledad
El Carnaval
La Nena
Las perlas
La mujer a la moda
La pereza
La ridiculez
Caso de ablativo
El grillito cantor

Otras obras:
El Talismán, zarzuela con música de Joaquín Espín y Guillén y libreto de Bécquer, basado en la obra Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo. La obra no llegó a estrenarse, creyéndose perdida hasta su descubrimiento en 2014.
Los Borbones en pelotas, junto con su hermano Valeriano Domínguez Bécquer. Aunque algunos investigadores rechazan la autoría de los hermanos por la de Francisco Ortego.

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