Poesia

Juan Ramón Jiménez: Estoy midiéndome con Dios

diciembre 23, 2021

«…¡Qué grande eres,
de espaldas a mis ojos,
jigante negro hacia el ocaso grana
con tu carga chorreosa de tesoros!…»
JRJ

Mi recuerdo al Premio Nobel de Moguer, en el aniversario de su nacimiento.

«Estoy midiéndome con Dios»

Enmedio de la mar, un barco, éste, mide, corta, precisa, sitúa, relaciona su conciencia, la mía, dios.
No vamos por la mar (yo solo con el barco, mientras los otros duermen) vamos por tu conciencia, que es ahora redonda, gris, lluviosa, acojedora como yo mismo, dios ahora, en esta hora.

Esta es la noche igual a aquella de mi partida, la de la pureza del mar, mar de igual ola, aquella de la puerta de la luna a la que se llegaba por su propia estela, luna velada hoy por la cortina de tu lluvia. Vamos, dios, por conciencia de agua total en hilos de arpa de alta música con acompañamiento de honda densidad moral.

Y, en medio de la mar, tu jeometría surje de pronto, te sitúa, corta, mide, precisa, relaciona conmigo y en tu barco que vijilo; barco que parte en tres mi vida: una vida en el este, otra en el sur, ‘otra en el norte; y yo sereno
enmedio de la mar de oeste, lleno de amor, el centro de rosa de las lluvias del amor. Lleno de amor, el mío, un barco y yo, el amor enmedio del amor, de tanto amor que necesita el mar para medirse, dios. Y enmedio de la
mar yo estoy midiéndote, enmedio de la mar y en este barco, éste, estoy midiéndome contigo, dios.

Juan Ramón Jiménez

De: «35 poemas del mar», 1912
Ed. Rialp, 1981
ISBN: 978-84-3212-12-66

Juan Ramón Jiménez Mantecón nació en Moguer, Huelva, el 23 de diciembre de 1881.
Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, destacándose de entre de la misma «Platero y yo»
Durante la Guerra Civil Española, apoyó decididamente al bando republicano, Acogiendo en su casa a numerosos huérfanos de la guerra a los que alimenta, instruye y viste.
En 1937 viaja a Cuba para dar tres conferencias; en 1938 su sobrino Juan Ramón Jiménez Bayo es abatido en el frente de Teruel, hecho que dejó a Juan Ramón destrozado. Según relata su mujer, Zenobia, «El dolor dejó a Juan Ramón absolutamente estéril por casi año y medio».
En 1939 las hordas franquistas saquean su piso de la calle Padilla de Madrid, robando libros, manuscritos y pertenencias del poeta y de su mujer.
De 1939 a 1942 se establecen en Miami, Florida, donde compone los «Romances de Coral Gables».
En 1942 se trasladan a Washington y entre 1944 y 1946 Zenobia y Juan Ramón imparten clases en la Universidad de Maryland.
En noviembre de 1948 viajan a Argentina y Uruguay por mar, siendo apoteósicamente recibidos.
En 1956, tres días después de serle concedido el Premio Nobel, Zenobia muere en San Juan de Puerto Rico. Jamás se recuperaría de esta pérdida, permaneciendo en Puerto Rico, mientras que Jaime Benítez, rector del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, aceptó en Oslo el premio en su nombre.
Murió en San Juan, Puerto Rico, en la misma clínica en la que falleció su esposa, dos años más tarde, el 29 de mayo de 1958.
Los restos de ambos  fueron trasladados a España.
El 20 de enero de 2015 se inscribieron en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, los lugares vinculados con Juan Ramón Jiménez:

Casa Museo Zenobia y Juan Ramón
Casa Natal Juan Ramón Jiménez
Casa de la calle Aceña de Juan Ramón Jiménez
El Paraje y la casa de Fuentepiña
El Cementerio donde reposan los restos de Juan Ramón y Zenobia , y la Ermita anexa de San Sebastián
Los bienes muebles de la colección de la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez.

*El poeta explica de esta forma sus ideas sobre la ortografía:

«Se me pide que escriba algo en «Universidad» sobre mis ideas ortográficas; o mejor dicho, se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en “ge”, “gi”; por qué suprimo las “b”, las “p”, etc., en palabras como “oscuro”, “setiembre”, etc., por qué uso “s” en vez de “x” en palabras como “excelentísimo”, etc.
Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla, y no hablar, en ningún caso, como se escribe. Después, por antipatía a lo pedante. ¿Qué necesidad hay de poner una diéresis en la “u” para escribir “vergüenza”? Nadie dice “excelentísimo” ni “séptima”, ni “transatlántico”, ni “obstáculo”, etc. Antiguamente la esclamación “Oh” se escribía sin “h”, como yo la escribo hoy, y “hombre” también. ¿Ya para qué necesita “hombre” la “h”; ni otra, “hembra”? ¿Le añade algo esa “h” a la mujer o al hombre? Además, en Andalucía la jota se refuerza mucho y yo soy andaluz .[…]»

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Bibliografía (Primeras ediciones)

Almas de violeta, 1900
Ninfeas, 1900
Rimas, 1902
Arias tristes, 1903
Jardines lejanos, 1904
Elejías puras, 1908
Elejías intermedias, 1909
Las hojas verdes, 1909
Elejías lamentables, 1910
Baladas de primavera, 1910
La soledad sonora, 1911
Pastorales, 1911
Poemas májicos y dolientes, 1911
Melancolía, 1912
Laberinto, 1913
Platero y yo (edición reducida), 1914
Estío, 1916
Sonetos espirituales, 1917
Diario de un poeta recién casado, 1917
Platero y yo (edición completa), 1917
Eternidades, 1918
Piedra y cielo, 1919
Segunda antolojía poética, 1922
Poesía, 1923
Belleza, 1923
Canción, 1935
Voces de mi copla, 1945
La estación total, 1946
Romances de Coral Gables, 1948
Animal de fondo, 1949

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