Poesia

Emilio Prados: Llegada, a Federico García Lorca

agosto 18, 2025


«…¡Cómo me duelen las balas
que hoy circundan tu recuerdo…

FGL

El poeta malagueño Emilio Prados también dedicó unos versos a Federico, su asesinato, su muerte hacía sangrar el corazón de los que fueron sus amigos…

«Llegada»

A Federico García Lorca

Alamedas de mi sangre.
¡alto dolor de olmos negros!
¿Qué nuevos vientos lleváis?
¿Qué murmuran vuestros ecos?
¿Qué apretáis en mi garganta
que siento el tallo del hielo
aún más frío que la muerte
estrangular mi deseo?
¿Qué agudo clamor de angustia
rueda corazón adentro,
golpe a golpe retumbando
como campana de duelo,
ahuecándome las venas,
turbando mi pensamiento,
prendiendo mis libres ojos,
segando mi vista al viento?
¿Qué rumor llevan tus hojas
que todo mi cuerpo yerto
bajo sus dolientes ramas,
ni duerme ni está despierto,
ni vivo ni muerto atiende
a la voz de ningún dueño,
que va como un río sin agua
andando en pie por un sueño?
Con cinco llamas agudas
clavadas sobre su pecho.
sin pensamiento y sin sombra,
vaga con temblor de espectro
por ciudades y jardines,
al mar libre y en los puertos,
triste pájaro sin alas
acribillado a luceros.

Alamedas de mi sangre,
decid, ¿qué amargo secreto
mordió las sanas raíces
que os dan vida y movimiento?

Vine de Málaga roja.
De Málaga roja vengo.
Vine lleno de banderas
y toda la sangre ardiendo.
Llegué a Madrid perseguido
de enemigos pensamientos,
aun con rumores de lucha
y con zumbidos de truenos:
más de mil brazos traía
alrededor de mi cuerpo,
saludando mi alegría,
desatando mi silencio.

Amigos, vengo de Málaga;
aún me huele a sl el sueño,
me huele a pescado y gloria,
a espuma y a sol de fuego.
Mucho que contaros traigo,
mucho que contar y bueno.
Amigos, os hallé a todos
alegres en vuestros puestos.
¿En dónde está Federico?
A él sólo de menos echo
y a él tengo más que contarle;
mucho que contarle tengo.
¿En dónde está Federico?
Sólo responde el silencio.

Un temor se va agrandando,
temor que encoge los pechos.
De noche los olivares
alzan los brazos gimiendo;
la luna lo anda buscando
rodando, lenta, en el cielo;
la sangre de los gitanos
lo llama abierta en el suelo;
más gritos lleva la sombra
que estrellas el firmamento;
las madrugadas preguntan
por él, temblando de miedo.
¡Qué gran tumba esta distancia
que calla su hondo misterio!

Vengo de Málaga roja,
de Málaga roja vengo;
levántate, Federico,
álzate en pie sobre el viento,
mira que llego del mar,
mucho que contarte tengo.
Málaga tiene otras playas
y grandes peces de acero,
con mil ojos vigilantes
defienden, firmes, su puerto.
¿En dónde estás, Federico?
Yo este rumor no lo creo.

Yo este rumo no lo creo.
¡Cómo me duelen las balas
que hoy circundan tu recuerdo.
¡Cómo me duelen las balas
que hoy circundan tu recuerdo!

Desde Málaga a Granada
rojos pañuelos al cuello,
gitanos y pescadores
van con anillos de hierro;
sortijas que envía la muerte
a tus negros carceleros.

Aguárdame, Federico;
mucho que contarte espero…

Entre Málaga y Granada
una barrera de fuego.

Emilio Prados

Recogido en: Emilio Prados – Poesía completa
Visor Libros, 2005©
ISBN Tomo I: 9788475229522
ISBN Tomo II: 9788475229539

Emilio Prados Such nació en Málaga, el 4 de marzo de 1899.
Poeta perteneciente a la Generación del 27′.
Sus primeros años transcurren en Málaga, donde estudió el bachiller y comenzó a relacionarse con la bohemia artística de la ciudad, que se reunía en las tertulias del Café Inglés, en la malagueña calle Larios, donde conoce a otros jóvenes poetas como Manuel Altolaguirre, José Moreno Villa, José María Hinojosa o José María Souvirón.
En 1914 obtiene una plaza en el Grupo de Niños de la Residencia de Estudiantes de Madrid. En este internado conoce a Juan Ramón Jiménez.
En 1918 se incorpora al grupo universitario de la Residencia, centro que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales de Europa, así como en un foro de diálogo permanente entre ciencias y artes. En este fecundo caldo de cultivo se forma la Generación del 27 y es aquí donde Prados entabla amistad con el círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens, José Bello y Salvador Dalí. En el verano de 1924 regresa a la capital malagueña, donde continúa su actividad como escritor, funda y edita, junto a Manuel Altolaguirre, la revista Litoral, el hito más renovador de la cultura española de los años 20, en cuyas páginas refleja el diálogo entre poesía, música y pintura del que bebió en la Residencia de Estudiantes, logrando reunir bajo un único código creativo a figuras tan relevantes como Jorge Guillén, Moreno Villa, Manuel de Falla, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Ángeles Ortiz o Federico García Lorca, entre muchos otros.
En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que trabaja también junto a Altolaguirre. De estos talleres saldrán publicados gran parte de los títulos de la poesía del 27. El esmerado trabajo de edición que realizan ambos poetas les procura prestigio internacional.
Paralelamente a sus actividades creadoras, su compromiso social se va decantando hacia un progresivo interés por los sectores más pobres y desfavorecidos de la sociedad. Es en plena República, en 1934, cuando su acercamiento a la izquierda se muestra explícitamente. El clima de violencia que impera en Málaga al estallar la guerra, en el que es fusilado su amigo José María Hinojosa en las tapias del cementerio de San Rafael por un grupo de milicianos del ejército republicano que habían asaltado previamente la Prisión Provincial, le hace trasladarse a Madrid, donde entra a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Colabora en tareas humanitarias, ayuda en la organización del II Congreso Internacional de Escritores y en la edición de varios libros (Homenaje al poeta Federico García Lorca y Romancero general de la guerra de España), al tiempo que se publican varias de sus obras. Recibe el Premio Nacional de Literatura por la recopilación de su poesía de guerra, Destino fiel, en 1938.
Poco después se instaló en Barcelona para encargarse, junto con Altolaguirre otra vez, de las Publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública, pero la situación es ya insostenible para un republicano en la España de comienzos de 1939, por lo que decide marcharse a París. El 6 de mayo de 1939 partió, junto con otras destacadas figuras de la intelectualidad republicana, hacia México, donde residiría hasta su muerte en 1962. No obstante sus cortos recursos —cuando no conseguía trabajo sobrevivía del dinero que le enviaba su hermano desde el Canadá— adoptó y crio a dos huérfanos.
Prados se anticipó en la defensa de la poesía pura a Jorge Guillén y en el surrealismo al resto del 27′ para acabar construyendo una voz de influencia filosófica inspirada en el romanticismo alemán y el cancionero popular, absolutamente única. (Javier Díez de Revenga en el congreso internacional sobre el poeta con que la Diputación de Málaga inauguró su centenario.)
Debido a su amistad con Juan Ramón Jiménez, le llevó a enviarle un manuscrito de Mosaicos, que durante 70 años permaneció dormido en los papeles del Nobel publicándose en 1999, coincidiendo con el centenario del nacimiento del poeta malagueño.
Murió en el exilio en México, el 24 de abril de 1962.

También de Emilio Prados en este blog:

«Emilio Prados: Llegada, A Federico García Lorca»: AQUÍ

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«Emilio Prados: Mar como el mar»: AQUÍ

«Emilio Prados: Nuevo amor»: AQUÍ

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«Emilio Prados: Cantar del dormido en la yerba»: AQUÍ

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«Emilio Prados: Promesa, de Espejo de tres lunas»: AQUÍ 

«Emilio Prados: Alba rápida»: AQUÍ

«Emilio Prados: Órbita de mi sueño, de Jardín cerrado»: AQUÍ 

«Emilio Prados: El cuerpo en el alba»: AQUÍ 

«Emilio Prados: Letanía en la noche, de Mosaico»: AQUÍ

Bibliografía:

Tiempo – Veinte poemas en verso (1925)
Seis estampas para un rompecabezas (1925)
Canciones del farero (1926)
Vuelta (1927)
El misterio del agua (1926-27, publicado en 1954, en Antología)
Cuerpo perseguido (1927-28, publicado en 1946).
La voz cautiva (1932-35)
Andando, andando por el mundo (1931-35)
Calendario completo del pan y del pescado (1933-34)
La tierra que no alienta
Seis estancias
Llanto en la sangre (1933-37)
El llanto subterráneo (1936)
Tres cantos
Homenaje al poeta Federico García Lorca contra su muerte
Romances
Romancero general de la guerra de España
Cancionero menor para los combatientes (1938)
Destino fiel (recopilación de toda su poesía de guerra) – Premio Nacional de Literatura en 1938.
¿Cuàndo volverán? (1936 y 1939).

Época del exilio en México de 1939 a 1962

Memoria del olvido (1940)
Jardín cerrado (1940-46)
Mínima muerte (1944)
Penumbras
Dormido en la yerba (1953)
Río natural (1957)
Circuncisión del sueño (1957)
La piedra escrita (1961)
Signos del ser (1962)
Transparencias (1962)
Cita sin límite (edición póstuma, en 1965

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7 Comments

  • Reply Emilio Prados: Negación | Trianarts noviembre 26, 2013 at 1:54 am

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  • Reply Emilio Prados: Alba rápida | Trianarts diciembre 23, 2013 at 11:20 pm

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  • Reply Mi recuerdo a Emilio Prados: Vega en calma | Trianarts marzo 4, 2014 at 1:07 am

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  • Reply Emilio Prados: Cantar del dormido en la yerba | Trianarts febrero 20, 2015 at 12:34 am

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  • Reply Emilio Prados: Letanía en la noche - Trianarts septiembre 12, 2015 at 3:23 pm

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  • Reply Laura María Martínez junio 11, 2018 at 6:30 pm

    Hola, ¿de qué poemario de Emilio Prados es el poema «Llegada»?

    • Reply admin junio 18, 2018 at 8:24 pm

      Se publicó en la antología «Homenaje al poeta Federico García Lorca contra su muerte», en 1937.

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