«…¡Cómo me duelen las balas
que hoy circundan tu recuerdo…
FGL
El poeta malagueño Emilio Prados también dedicó unos versos a Federico, su asesinato, su muerte hacía sangrar el corazón de los que fueron sus amigos…
«Llegada»
A Federico García Lorca
Alamedas de mi sangre.
¡alto dolor de olmos negros!
¿Qué nuevos vientos lleváis?
¿Qué murmuran vuestros ecos?
¿Qué apretáis en mi garganta
que siento el tallo del hielo
aún más frío que la muerte
estrangular mi deseo?
¿Qué agudo clamor de angustia
rueda corazón adentro,
golpe a golpe retumbando
como campana de duelo,
ahuecándome las venas,
turbando mi pensamiento,
prendiendo mis libres ojos,
segando mi vista al viento?
¿Qué rumor llevan tus hojas
que todo mi cuerpo yerto
bajo sus dolientes ramas,
ni duerme ni está despierto,
ni vivo ni muerto atiende
a la voz de ningún dueño,
que va como un río sin agua
andando en pie por un sueño?
Con cinco llamas agudas
clavadas sobre su pecho.
sin pensamiento y sin sombra,
vaga con temblor de espectro
por ciudades y jardines,
al mar libre y en los puertos,
triste pájaro sin alas
acribillado a luceros.
Alamedas de mi sangre,
decid, ¿qué amargo secreto
mordió las sanas raíces
que os dan vida y movimiento?
Vine de Málaga roja.
De Málaga roja vengo.
Vine lleno de banderas
y toda la sangre ardiendo.
Llegué a Madrid perseguido
de enemigos pensamientos,
aun con rumores de lucha
y con zumbidos de truenos:
más de mil brazos traía
alrededor de mi cuerpo,
saludando mi alegría,
desatando mi silencio.
Amigos, vengo de Málaga;
aún me huele a sl el sueño,
me huele a pescado y gloria,
a espuma y a sol de fuego.
Mucho que contaros traigo,
mucho que contar y bueno.
Amigos, os hallé a todos
alegres en vuestros puestos.
¿En dónde está Federico?
A él sólo de menos echo
y a él tengo más que contarle;
mucho que contarle tengo.
¿En dónde está Federico?
Sólo responde el silencio.
Un temor se va agrandando,
temor que encoge los pechos.
De noche los olivares
alzan los brazos gimiendo;
la luna lo anda buscando
rodando, lenta, en el cielo;
la sangre de los gitanos
lo llama abierta en el suelo;
más gritos lleva la sombra
que estrellas el firmamento;
las madrugadas preguntan
por él, temblando de miedo.
¡Qué gran tumba esta distancia
que calla su hondo misterio!
Vengo de Málaga roja,
de Málaga roja vengo;
levántate, Federico,
álzate en pie sobre el viento,
mira que llego del mar,
mucho que contarte tengo.
Málaga tiene otras playas
y grandes peces de acero,
con mil ojos vigilantes
defienden, firmes, su puerto.
¿En dónde estás, Federico?
Yo este rumor no lo creo.
Yo este rumo no lo creo.
¡Cómo me duelen las balas
que hoy circundan tu recuerdo.
¡Cómo me duelen las balas
que hoy circundan tu recuerdo!
Desde Málaga a Granada
rojos pañuelos al cuello,
gitanos y pescadores
van con anillos de hierro;
sortijas que envía la muerte
a tus negros carceleros.
Aguárdame, Federico;
mucho que contarte espero…
Entre Málaga y Granada
una barrera de fuego.
Emilio Prados
Emilio Prados Such nació en Málaga, el 4 de marzo de 1899.
Poeta perteneciente a la Generación del 27′.
Prados se anticipó en la defensa de la poesía pura a Jorge Guillén y en el surrealismo al resto del 27 para acabar construyendo una voz de influencia filosófica inspirada en el romanticismo alemán y el cancionero popular, absolutamente única.” (Javier Díez de Revenga en el congreso internacional sobre el poeta con que la Diputación de Málaga inauguró su centenario.)
Debido a su amistad con Juan Ramón Jiménez, le llevó a enviarle un manuscrito de Mosaicos que durante 70 años permaneció dormido en los papeles del Nobel publicándose en 1999, coincidiendo con el centenario del nacimiento del poeta malagueño.
Murió en el exilio en México, el 24 de abril de 1962.
También de Emilio Prados en este blog:
«Emilio Prados: Promesa»: AQUÍ
«Emilio Prados: Quiero entrar en tu huerto…»: AQUÍ
«Emilio Prados: Cerré mi puerta al mundo…»: AQUÍ
«Emilio Prados: Negación»: AQUÍ
«Emilio Prados: Encuentro»: AQUÍ
«Emilio Prados: Y mi silencio»: AQUÍ
«Emilio Prados: Vega en calma»: AQUÍ
«Emilio Prados: Soledad en el alba»: AQUÍ
«Emilio Prados: Cantar del dormido en la yerba»: AQUÍ
«Emilio Prados: La ciudad»: AQUÍ
«Emilio Prados: Alba rápida»: AQUÍ
«Emilio Prados: Órbita de mi sueño, de Jardín cerrado»: AQUÍ
«Emilio Prados: El cuerpo en el alba»: AQUÍ
«Emilio Prados: Letanía en la noche, de Mosaico»: AQUÍ
«Emilio Prados: Llegada, A Federico García Lorca»: AQUÍ
Bibliografía:
Tiempo (1925)
Veinte poemas en verso
Seis estampas para un rompecabezas (1925)
Canciones del farero (1926)
Vuelta (1927)
El misterio del agua (1926-27, publicado en 1954, en Antología)
Cuerpo perseguido (1927-28, publicado en 1946).
La voz cautiva (1932-35)
Andando, andando por el mundo (1931-35)
Calendario completo del pan y del pescado (1933-34)
La tierra que no alienta
Seis estancias
Llanto en la sangre (1933-37)
El llanto subterráneo (1936)
Tres cantos
Homenaje al poeta Federico García Lorca contra su muerte
Romances
Romancero general de la guerra de España
Cancionero menor para los combatientes (1938)
Destino fiel (recopilación de toda su poesía de guerra) – Premio Nacional de Literatura en 1938.
¿Cuàndo volverán? (1936 y 1939).
Época del exilio en México de 1939 a 1962
Memoria del olvido (1940)
Jardín cerrado (1940-46)
Mínima muerte (1944)
Penumbras
Dormido en la yerba (1953)
Río natural (1957)
Circuncisión del sueño (1957)
La piedra escrita (1961)
Signos del ser (1962)
Transparencias (1962)
Cita sin límite (edición póstuma, en 1965
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Hola, ¿de qué poemario de Emilio Prados es el poema «Llegada»?
Se publicó en la antología «Homenaje al poeta Federico García Lorca contra su muerte», en 1937.