Raoul Dufy: Postimpresionista y fauve

Clic en la imagen para ver más obras

Raoul Dufy

Nació en Le Havre, Normandía, Francia, el 3 de junio de 1877.
Con dieciocho años de edad ingresó en L’École des Beaux-Arts de Le Havre, donde conoció a Othon Friesz, que sería su gran amigo toda la vida.

En esa primera época, es influido por Eugéne  Boudin, Camille Corot y Alfred Sisley, pitando paisajes y escenas de género al estilo de estos.

En 1899 tras acabar el servicio militar, gracias a una beca, se trasladó a París para continuar sus estudios en L’École Nationale des Beaux-Arts, donde tuvo como maestro a León Bonnat .

Se interesó sobre todo por la obra de los impresionistas y los postimpresionistas, principalmente por Claude Monet y Camille Pissarro.

Durante ese tiempo entabló amistad con Georges Braque.

Cuando comenzó el siglo XX, ya había comenzado a hacerse un nombre en París.

Expuso en el Salón de Artistas Franceses en 1901, y en el Salón de Independientes en 1903.

En 1905 se unió al grupo de los Fauves (Jaula de fieras), que se había creado en torno a Henri Matisse, pintando en ese tiempo numerosos paisajes urbanos y costeros, con una paleta más luminosa y un trazo más suelto.

En 1907 tras abandonar el grupo de los fauves, entabló amistad con Pablo Picasso, André Derain y Fernand Léger , uniéndose a los cubistas.

En 1909 tras conocer la obra de Paul Cézanne, adoptó una técnica algo más sutil.

En 1910 realizó sus primeros grabados, e ilustró numerosas obras, entre ellas, El bestiario, El cortejo de Orfeo de Guillaume Apollinaire, y trabajó con Poiret y para la sedería de Lyon, Bianchini-Ferrier.

En 1919, cuando acababa de finalizar la Primera Guerra Mundial, encontró su propio estilo, que se hizo más personal, adquirió mayor agilidad y energía en sus gráficos, con veloces pinceladas de forma muy personal, que llegó a conocerse como taquigráfica y su paleta se aclaró.

Se instaló en el sur de Francia y viajó por la cuenca mediterránea, comenzando a realizar composiciones en las que son protagonistas recurrentes, orquestas, marinas, sobre todo de la Riviera francesa, carreras de caballos y otras actividades al aire libre en lugares de moda, como ejemplo sirven, Carreras de caballos en Deauville y La Opéra.

Pintó también flores, instrumentos musicales y desnudos, cuadros todos ellos, plagados de movimiento y armonía.

A su muerte dejó un copioso legado, compuesto por alrededor de tres mil óleos, seis mil acuarelas, cuatro mil dibujos de gran tamaño, mil quinientos estampados para tela, grabados, xilografías, piezas de cerámica e incluso tapices.

Realizó murales, como los del palacio de Chaillot en París; en 1938 finalizó una de las pinturas más grandes jamás realizadas, un fresco que es un canto a la electricidad, de enorme fama, La Fée Electricité, para la Exposición Internacional de París.

Murió cerca de Forcalquier, el 23 de marzo de 1953, siendo enterrado cerca de Matisse, en el cementerio de Cimiez, en un barrio de Niza.

En España podemos ver cuatro de sus obras, en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid: El mercado de pescado, Marsella, de 1904, La pequeña palmera. de 1905, Bodegón con plátanos, de 1909 y En las carreras, de 1930 -1935.

*Entrada publicada el 26 de octubre de 2012. Ha sido actualizada y ampliada el 3 de junio de 2024.