Pasear en Abril por el Alcázar de Sevilla es mágico, esta tarde estaba así de precioso, hoy son protagonistas sus flores.
El Alcázar de Sevilla
Historia breve:
El Alcázar sevillano, hasta hace unos años llamado Reales Alcázares, tiene su origen en la evolución a la que dieron lugar sus sucesivos pueblos gobernantes.
Hispalis romana, la que fuera Spali de tiempo de los godos, durante la Alta Edad Media la ciudad pasó a denominarse Ixbilia, y más concretamente a comienzos del siglo X, en el momento en que el Califa de Córdoba Abderrahmán III an-Násir ordenó, en 913 el levantamiento de un nuevo recinto de gobierno, la Dar al-Imara, en la parte más meridional de la ciudad.
Antes, la sede del poder omeya de Al-Andalus estuvo dentro del espacio de la que había sido ciudad imperial romana, no lejos de la mezquita aljama hispalense, en la que hoy es Colegiata del Salvador.
El que es sin duda uno de los lugares históricos más importantes y visitados por los millones de turistas que cada año visitan Sevilla, se encontró en sus inicios ligado al puerto, punto más importante de su actividad económica, emplazado en el lugar que actualmente ocupa la Plaza del Triunfo, entonces, Explanada de los Banu Jaldún, que con el curso de los años fue desplazándose hacía el oeste buscando el curso principal del Guadalquivir, a la vez que el brazo secundario de este: el Arroyo del Tamarguillo, discurría desde la actual Alameda de Hércules, atravesaba lo que es hoy la calle Tetuán y llegaba hasta la Plaza Nueva; despareciendo como vía fluvial del espacio urbano, salvo en las crecidas del río que provocaron grandes crecidas que se sucedieron hasta noviembre de 1961, tras la que se ejecutó un nuevo proyecto que consistió en desviar el Tamarguillo aguas arribas de Sevilla, desembocando directamente al Guadalquivir al norte de la ciudad, de esta forma el antiguo cauce quedó seco y con el tiempo se convirtió en una ronda urbana.
Volviendo al recinto del Alcázar, al palacio de gobierno omeya del siglo X se añadió posteriormente el Alcázar Nuevo de los abbadíes, gobernantes de Sevilla y su entorno durante el siglo X.
Este Palacio de al-Mubarak, «el Bendito», fue ya el centro de la vida oficial y literaria de la ciudad, con los poetas, como el rey Al-Mutamid, y sede de muchas de sus leyendas que forman hoy parte de la historia de Sevilla.
Posteriormente los almorávides cerrarían el espacio de gobierno extendiéndolo hasta el Guadalquivir. Los almohades, en el siglo XII completaron las obras de época árabe con otras edificaciones de las que todavía nos quedan restos que constituyen una muestra única en el mundo. La Casa de la Contratación por ejemplo.
Una vez conquistada la plaza por parte de los castellanos en 1248 por parte de Fernando III, se dotó al Alcázar de su condición de Residencia Real que permanece hasta nuestros días.
Se levantaron, ya por parte de los castellanos, sobre las bases existentes, una integración cultural de la que forman parte: El Palacio Gótico de Alfonso X y el Palacio Mudéjar de Pedro I, realizado a mitad del siglo XIV.
A estas edificaciones se fueron añadiendo sus jardines en los que el agua discurre por todos sus jardines y patios de sus dependencias, manando con su música, desde la Puerta del León a la de la Alcoba, asentada sobre el curso del arroyo Tagarete que hoy permanece oculto.
Esta maravilla todos los sentidos que nació hace once siglos, viste sus mejores galas en primavera, por eso, en este blog hay numerosas imágenes de todo el recinto, hoy quiero compartir sus flores, sus arbustos y sus árboles más bellos.
El poeta sevillano Luis Cernuda escribió muchos de sus poemas de su etapa sevillana tras estos muros, éste es quizá uno de los más bellos:
«Te quiero»
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;
Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
Luis Cernuda
Recogido en: Luis Cernuda – Poesía completa – Volumen I
Ed. Siruela 1993©
ISBN: 84-7844-185-5 (Del volumen I)
Luis Cernuda Bidón nació en Sevilla, el 21 de septiembre de 1902.
Aún Sevilla, su tierra natal no le ha hecho justicia.
Fue sin duda uno de los más grandes poetas de la Generación del 27′, tantos años olvidado, o peor, ignorado por muchos. Mas no en el corazón y en la memoria de los que amamos su poesía.
El día 14 de abril de 1938, Cernuda abandonó España para siempre, cedamos la voz al poeta:
«Atrás quedaba tu tierra sangrante y en ruinas. La última estación al otro lado de la frontera, donde te separaste de ella, era sólo un esqueleto de metal retorcido, sin cristales, sin muros un esqueleto desenterrado al que la luz postrera del día abandonaba.
¿Que puede el hombre contra la locura de todos? Y sin volver los ojos ni presentir el futuro, saliste al mundo extraño desde tu tierra en secreto ya extraña.” (LC)
Junto a esas pertenencias, lleva como bien más preciado el manuscrito de varios poemas que serían el germen de uno de sus más grandes libros, “Las nubes”, «Noche de Luna», “A un poeta muerto” (FGL), “Elegía Española” (I), “Scherzo para un elfo”, “Soñando la muerte”, “Sentimiento de otoño”, “A Larra con unas violetas” (1837-1937) y “Lamento y esperanza”. Son poemas que formarían parte del libro en el que se incluyen textos tan desolados como “Un español habla de su tierra”.
Murió tras sufrir un infarto de miocardio, en su exilio de México, DF, el día 5 de noviembre de 1966.
También de Luis Cernuda en este blog:
«Luis Cernuda: Desolación de la quimera»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Hacia la tierra»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Pájaros en la mano, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: De qué país»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Despedida»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Díptico español»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Los fantasmas del deseo»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Del otro lado»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Mitad de la vida»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Unos cuerpos son como flores»: AQUÍ
«Luis Cernuda: La riada, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: La casa, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Donde habite el olvido»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Si el hombre pudiera decir lo que ama…»: AQUÍ
«Luis Cernuda: A sus paisanos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: No es nada»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Un español habla de su tierra»: AQUÍ
«Luis Cernuda: A un poeta muerto (FGL)»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Un muchacho andaluz»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Impresión de destierro»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Noche de luna, de Las nubes»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Pregones, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: La casa, de Ocnos: AQUÍ
«Luis Cernuda: Las tiendas, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: La Universidad, en Ocnos»
Luis Cernuda: El mirlo, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: El vicio, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Escrito en el agua, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: La Poesía, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: La ciudad a distancia, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Atardecer, en Ocnos»: AQUÍ
«Sevilla, los Jardines de Murillo, la primavera y Luis Cernuda: El Vicio, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda, Sevilla y el azahar: Luna llena en Semana Santa»: AQUÍ
«Sevilla, el Alcázar en invierno y Cernuda: Escondido en los muros»: AQUÍ
«Sevilla, Luis Cernuda: El otoño, de Ocnos»: AQUÍ
«Luis Cernuda «Ocnos su Sevilla – El magnolio»:AQUÍ
«Luis Cernuda: La Poesía»: AQUÍ
«Luis Cernuda – El viento y el alma»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Tarde oscura, de Como quien espera el alba»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Peregrino, de La Realidad y el Deseo»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Déjame esta voz»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Lamento y esperanza»: AQUÍ
«Luis Cernuda: No decía palabras»: AQUÍ
«Luis Cernuda – Contigo – A donde el corazón te lleve»: AQUÍ
«Luis Cernuda: A un poeta muerto (FGL)»: AQUÍ
«Luis Cernuda… Como llenarte, soledad»: AQUÍ
«Luis Cernuda: Elegía anticipada»: AQUÍ
Bibliografía:
Perfil del aire – 1927
Égloga, elegía, oda – 1927-28
Los placeres prohibidos, – 1929-1931
Donde habite el olvido – 1934
Las nubes – 1940 – 1943
Ocnos – 1942 1.ª ed. (Ampliada en 1949 y 1963)
Como quien espera el alba – 1947
Vivir sin estar viviendo – 1944–1949
Variaciones sobre tema mexicano – 1952
Con las horas contadas, de 1950–1956
Poemas para un cuerpo – 1957
Desolación de la Quimera – 1962.
Estudios sobre poesía española contemporánea, 1957, o Poesía y literatura, I y II, 1960 – 1964 (En este estudio, Cernuda reivindica a Ramón de Campoamor, manifiesta su admiración por su amigo Federico García Lorca y enjuicia con severidad la poesía de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas y Jorge Guillén.
Luis Cernuda – Poesía completa. Obras completas, Volumen I. Ediciones Siruela.1993.
Luis Cernuda, Antología – Cátedra, 1984.
Luis Cernuda, Intermedio, (antología) – Pre-Textos, 2004.
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