Poesia

Juan Ramón Jiménez: Llueven estrellas de agua

junio 20, 2023


«… Hay que llorar, más que nunca,
lágrimas llenas de estrellas…»
JRJ

«Llueven estrellas de agua…»

Llueven estrellas de agua
sobre el jardín amarillo;
las hojas tiemblan la luz
de las lunas de estos siglos.

El cielo azul está negro
de tristezas y de fríos,
las flores son de otros árboles,
los pájaros de otros nidos.

Habrá, bajo un cielo claro,
un mágico paraíso
con flores rosas, con dulces
ruiseñores cristalinos…

La luna rosa está sola
naciendo en un abanico,
entre unos sauces de ensueño,
sobre el remanso de un río.

Éstos son árboles yertos,
éstos son nidos vacíos…
¡Nocturnos de primavera!,
¡fuentes, rosas, lunas, lirios!

… El oro triste y con lágrimas,
cuando el agua se ha dormido,
tiembla al paso de la brisa
con un temblor diamantino.

-Las dulces sienes con agua
saben de romanticismos;
un tono de corazones
melancólicos y místicos-.

Entonces el agua cae
sobre los ojos marchitos
y da sueño a las tristezas
y es amor y quita el frío…

Y hasta hace soñar con un
ruiseñor doliente y lírico,
que canta sobre la luna,
en el remanso de un río…

Juan Ramón Jiménez

De: Jardines lejanos – II  Jardines místicos, 1904
Recogido en Juan Ramón Jiménez – Obra Completa – Poesía
Ed. Visor Libros 2009®
ISBN: 978-84-7522-056-7

Juan Ramón Jiménez Mantecón nació en Moguer, Huelva, el 23 de diciembre de 1881.
Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, destacándose de entre de la misma, Platero y yo.
Durante la Guerra Civil Española, apoyó decididamente al bando republicano, Acogiendo en su casa a numerosos huérfanos de la guerra a los que alimentó, instruyó y vistió.
En 1937 viajó a Cuba para dar tres conferencias; en 1938 su sobrino Juan Ramón Jiménez Bayo fue abatido en el frente de Teruel, hecho que dejó a Juan Ramón destrozado. Según relata su mujer, Zenobia, El dolor dejó a Juan Ramón absolutamente estéril por casi año y medio.
En 1939 las hordas franquistas saquearon su piso de la calle Padilla de Madrid, robando libros, manuscritos y pertenencias del poeta y de su mujer.
De 1939 a 1942 se establecieron en Miami, Florida, donde compuso los Romances de Coral Gables.
En 1942 se trasladaron a Washington y entre 1944 y 1946 Zenobia y Juan Ramón impartieron clases en la Universidad de Maryland.
En noviembre de 1948 viajaron a Argentina y Uruguay por mar, siendo apoteósicamente recibidos.
En 1956, tres días después de serle concedido el Premio Nobel, Zenobia murió en San Juan de Puerto Rico. Jamás se recuperaría de esta pérdida, permaneciendo en Puerto Rico, mientras que Jaime Benítez, rector del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, aceptó en Oslo el premio en su nombre.
Murió en San Juan, Puerto Rico, en la misma clínica en la que falleció su esposa, dos años más tarde, el 29 de mayo de 1958.
Los restos de ambos  fueron trasladados a España, siendo enterrados en el cementerio de Moguer.
El 20 de enero de 2015, se inscribieron en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, los lugares vinculados con Juan Ramón Jiménez:

Casa Museo Zenobia y Juan Ramón
Casa Natal Juan Ramón Jiménez
Casa de la calle Aceña de Juan Ramón Jiménez
El Paraje y la casa de Fuentepiña
El Cementerio donde reposan los restos de Juan Ramón y Zenobia , y la Ermita anexa de San Sebastián
Los bienes muebles de la colección de la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez.

*El poeta explica de esta forma sus ideas sobre la ortografía:

«Se me pide que escriba algo en «Universidad» sobre mis ideas ortográficas; o mejor dicho, se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en “ge”, “gi”; por qué suprimo las “b”, las “p”, etc., en palabras como “oscuro”, “setiembre”, etc., por qué uso “s” en vez de “x” en palabras como “excelentísimo”, etc.
Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla, y no hablar, en ningún caso, como se escribe. Después, por antipatía a lo pedante. ¿Qué necesidad hay de poner una diéresis en la “u” para escribir “vergüenza”? Nadie dice “excelentísimo” ni “séptima”, ni “transatlántico”, ni “obstáculo”, etc. Antiguamente la esclamación “Oh” se escribía sin “h”, como yo la escribo hoy, y “hombre” también. ¿Ya para qué necesita “hombre” la “h”; ni otra, “hembra”? ¿Le añade algo esa “h” a la mujer o al hombre? Además, en Andalucía la jota se refuerza mucho y yo soy andaluz. […]»

También de Juan Ramón Jiménez en este blog:

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«Sevilla, la primavera, los árboles y la poesía»: AQUÍ 

«Día Mundial de la Poesía: Mis Poetas»: AQUÍ 

«Juan Ramón Jiménez: Platero y yo (fragmentos)»: AQUÍ

Bibliografía (Primeras ediciones)

Almas de violeta, 1900
Ninfeas, 1900
Rimas, 1902
Arias tristes, 1903
Jardines lejanos, 1904
Elejías puras, 1908
Elejías intermedias, 1909
Las hojas verdes, 1909
Elejías lamentables, 1910
Baladas de primavera, 1910
La soledad sonora, 1911
Pastorales, 1911
Poemas májicos y dolientes, 1911
Melancolía, 1912
Laberinto, 1913
Platero y yo (edición reducida), 1914
Estío, 1916
Sonetos espirituales, 1917
Diario de un poeta recién casado, 1916
Platero y yo (edición completa), 1917
Eternidades, 1918
Piedra y cielo, 1919
Segunda antolojía poética, 1922
Poesía, 1923
Belleza, 1923
Canción, 1935
Voces de mi copla, 1945
La estación total, 1946
Romances de Coral Gables, 1948
Animal de fondo, 1949

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